Con estepa y cactus
amaso mi carne.
Respire aquella tierra
se dibujo en mis ojos
su historia de álamos y plata
sueño y puerta.
Silencio ahora:
misterios orficos,
alondras en las frondas,
llama vespertal;
subo al microbus.
Es noche cerrada
la soledad incendia los deseos,
pero alguien saqueo la magia,
solo nos sobra el miedo.
El rencor espiga en ojos y palabras
el cansacio nos separa,
sella nuestros cuerpos,
flota el odio
de todos contra todos
pesa la envenenada lengua.
Como un patetico ganado
nos dejamos llevar a tumbos
respirando resignacion y miseria.
Hemos paladeado la palabra "Revolución"
como para vengarnos del destino,
como ansiolítico frente a la realidad.
Revolución que se sueña,
y nos convierte en paranoicos heroes
de una historia partida en mil cabezas.
Anochecemos con la boca apretada
y las manos sucias
afuera de nosotros reverbera
el circo de las inmensas soledades,
La Babel tecnológica
del consumismo y el deshecho.
Úsese, tírese y olvídese:
La amistad, el amor, la magia, el arte,
el genio, la historia.
El salto al vacío, irresistible,
nos acaricia la razón.
En el microbus
se detiene la noche,
protege a los humillados y ofendidos
suavemente nos murmura:
"El odio es otra forma de luchar por la vida"
Maria Rivera Valdez "Canción de cuna en el infierno"
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