UNO
Así se comenzó una historia:
era un pueblo de luz
de colorido
de transparente mirar
era un pueblo de amor
que se hablaba de tú con las estrellas
y los dioses
venían a copular con las hijas de los hombres
era de oro
de serpientes emplumadas era
pero llegó el conquistador
enfundado en el acero
enfundado en sus complejos
de cruz y de valor
bajó entonces la sangre
a juntarse con la sangre
un río de violación
se mestizó en el tiempo
a la cruz de Palenque
el semen fornicó de prisa
así se gestó el oprobio
el pueblo se eclipsó para el siglo diecisiete
para el siglo dieciocho
para el siglo diecinueve
sin embargo
una llama quedó bajo el rescoldo
un cromosoma de RH positivo
un cristal de la pureza primitiva
una poca de luz
enquistada
recesiva
agachada
DOS
Pasaron los soles
las lunas pasaron en redondo
en las minas
en la hacienda
en la cadena esclavizante
que subyugó
sus pupilas históricas
la serpiente de que hablo
se tragó en el calendario
su propia condición
de piedra sideral
el Teocalli
ocultó su vergüenza de pies calcinados
bajo los cimientos barrocos
del templo triangular
de los dioses barbados
los viejos pobladores del Anahuac
cayeron en el surco sin embrión
sin fuerza para poder soportar
su espantosa condición de esclavos
TRES
De ahí en adelante
la raza se refugió en el ayate
de la madona europea
de origen asiático
de cara trigueña
de manos inmóviles
ayate/estandarte
de la chusma insurrecta
en la noche de la desesperación
CUATRO
Desde entonces
el pueblo se volvió fantasma huidizo
asustadizo
escurridizo
desde entonces
ya no se habla de tú con las estrellas
y sus ojos taciturnos
sólo miran para el antiguo cementerio
de los ídolos de arcilla
desde entonces
sólo miran al océano de agua dulce
donde bebieron su historia
los mamutes americanos
con los atlantes monolíticos de Tula
Por ello soy como soy
porque a mí me parieron
los hijos de las estrellas violadas
laceradas
terriblemente a fragmentos
soy hijo de la náusea marítima
con el color transparente de los años hambrientos
de los años castrados
arrastrados
al través de las luchas hermanicidas
así es mi historia
SEIS
algún día cambiará la órbita del día
algún día
algún día
algún día de nadie para todos
para todos
algún día mi llama enquistada
recesiva
agachada
incendiará los prejuicios abismales
algún día de todos y de nadie
este pueblo de luz
de colorido
volverá a entonar
su caracol sonoro
y yo seré la voz ahogada
que resurja entonando la canción del amor
algún día
la vuelta a mis caracteres genealógicos
hará dominante
la materia contemporánea
de mi llama latente siempre
siempre
siempre
s i e m p r e
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J. Félix Meza García
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