No se puede recrear el pasado, ni las canciones, ni los amantes.
No se puede reír igual en los negativos velados en el cuarto oscuro de los recuerdos,
Ni llorar las mismas lágrimas en la espesura de un bosque.
Ella no volverá a escuchar su sonrisa ligera, y él nunca más volverá a recordarla.
Son hijos distintos de un sol antiguo, que caminan diferentes caminos,
Una vez se encontraron, una vez se conocieron, una vez…hace mucho tiempo.
Se separaron por el viento, fueron arrastrados por las notas de un piano, alejados uno del otro por la razón. Por el barranco y la distancia de los mundos imaginarios.
Rodaron como piedras, se convirtieron en páginas tachadas de un libro perdido, y continuaron con su andar.
No se puede revivir lo que no se ha vivido. Ni extrañar lo que jamás sucedió, ni esperar entre farolas y asfalto un destino robado.
Una vez compartieron montañas, sueños, nubes y palabras de gloria pronunciadas por alguien más,
Una vez libraron batallas y encanecieron juntos, se acariciaron en murmullos, se quitaron el frío y se emborracharon con palabras. Se hicieron Dioses, se transformaron en lobos. No buscaron mas en las estrellas, se bañaron de mar y de soledades, y se desvanecieron con los rumores…
No, no se puede recrear el pasado, ni las palabras, ni las mentiras, ni los infiernos. Los secretos enterraron lo eterno, y mi cara de alba se avergonzó volviéndose una noche terriblemente oscura. No se puede volver a ser heliotropo, cuando uno ha dejado de ser una flor…
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