El primer lupanar

La gruta de Rómulo y Remo
Redacción BBC Mundo


Vista de la gruta
En el centro del domo hay un águila blanca, que era símbolo del Imperio Romano

Un grupo de arqueólogos italianos anunció el hallazgo de una gruta en la que los antiguos romanos creían que una loba amamantó a Rómulo y a Remo.
"Es increíble pensar que puede haberse encontrado por fin un lugar mitológico que hoy se ha vuelto real", declaró el ministro de Cultura Francisco Rutelli al dar a conocer el descubrimiento de la gruta.
Las imágenes de fotografía y de video muestran una cavidad de unos ocho metros de altura por siete y medio de diámetro.
"Hay frescos, conchas marinas, mosaicos y mármol que una vez adornaron la gruta, y en el centro del domo hay un águila blanca, que era símbolo del Imperio Romano", explicó la corresponsal de la BBC en Italia Frances Kennedy.
El sitio, a 16 metros de profundidad, está cerca de la Casa de Augusto, en la zona donde la mitología cuenta que los hermanos -hijos del dios Marte y la vestal Rhea Silvia- fundaron Roma en el año 753 ante de nuestra era.



La loba Luperca
Según el mito, cuando el padre de la vestal se dio cuenta de que su hija había violado el juramento de permanecer virgen, ordenó que Rómulo y Remo fueran abandonados en la ribera del Tíber, donde los recogió la loba Luperca y los amamantó hasta que fueron mayores.
Monumento a Rómulo y Remo con la loba Lupercal
Según el mito, la loba Luperca recogió a Rómulo y a Remo y los amamantó.
Los hermanos terminaron peleando entre sí por la altura de los muros de la ciudad, y Rómulo mató a Remo.

El superintendente de Arqueología Angelo Bottini declaró que por fin "tenemos la certeza de que se trata de la gruta de la loba", aunque ni él ni el ministro han explicado cómo se vinculan el lugar descubierto y el sitio mitológico.
El nombre de la loba se relaciona con la fiesta de la Lupercalia, que se celebraba cada año en lo que ahora es el 15 de febrero.
Los jóvenes nobles (Luperci, nombre que se deriva de lupa, o loba) corrían de la gruta a las inmediaciones del Monte Palatino, una de las siete colinas de Roma, en un ritual de purificación.
Los sacerdotes sacrificaban un perro y dos cabras y ungían con sangre las frentes de los jóvenes, que se cubrían sólo con las pieles de los animales sacrificados y golpeaban las manos de las mujeres con tiras de piel de cabra para promover la fertilidad.
"Casi gritamos"
La cavidad fue descubierta durante los trabajos de restauración del palacio de Augusto, el primer emperador romano, aunque no se ha explorado por temor a que se venga abajo y dañe los cimientos de otras edificaciones, y los arqueólogos usaron endoscopios y otras herramientas para estudiar el sitio.
Vista de la gruta
Los arqueólogos usaron una sonda para explorar el interior por temor a que se desplomara.
"Pueden imaginar nuestro asombro. Casi gritamos", dijo a la prensa el profesor Giorgio Croci, director del equipo de restauradores.

"Es claro que Augusto quería construir su residencia en un lugar que fuera sagrado para Roma", agregó Croci.
El Monte Palatino está cubierto con restos de palacios y monumentos que van desde el siglo VIII antes de nuestra era hasta una fortaleza medieval y villas renacentistas.
Partes del Monte que corrían el riesgo de desplomarse estuvieron cerradas durante varias décadas, aunque algunas de ellas se abrirán al público en febrero del año próximo después de un programa de restauración con valor de US$17,7 millones.
Tal vez la única voz que no se sumó al júbilo fue el ex superintendente arqueológico de Roma Adriano La Regina, quien afirmó que "no hay certeza, porque la gruta debería estar más hacia el oeste, frente al Templo de la Magna Mater y la Victoria".

jueves, 13 de enero de 2011 en 21:23

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